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Instituto Francés

Lugar: Instituto Francés Entidad patrocinadora: Comisión Europea Fecha: 25 de septiembre de 2021 Participaron niños…

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Dibujo de niña exploradora andando.Antecedentes de La aventura de traducir online

En 2008, recién incorporada como directora de la Casa del Traductor, Rogelio Blanco, director general del Libro por entonces, me pidió que montáramos una exposición de traducciones de literatura infantil y juvenil para la Feria Internacional del Libro Infantil y Juvenil «Leer León» y que la acompañáramos con alguna actividad para los niños. Se lo comenté a Fernando Martos, gran conocedor y amigo de los niños debido a su trabajo al frente de la animación a la lectura del Centro Coordinador de Bibliotecas de Zamora, y me dijo sin dudar que los pusiéramos a traducir. Me pareció una excelente idea. Quienes traducimos estamos convencidos del extraordinario valor educativo de la traducción. Porque enseñar a los niños a traducir es mostrarles que la lengua es a la vez una herencia y una responsabilidad. No leemos para vivir otras vidas, sino que leemos para entender al otro desde nuestra propia vida. La lengua no solo transmite un mensaje puntual, transmite además una visión del mundo y, en este sentido, la traducción es un instrumento óptimo para mejorar la convivencia, estimular el diálogo, respetar la diversidad y comprender las diferencias entre los seres humanos.

Empezamos a pensar cómo dar forma al proyecto. Para traducir, los niños debían conocer los «trucos» de los traductores profesionales, así que montamos una primera parte de la actividad en la que, después de adentrar a los chavales en el mundo de las lenguas, les explicábamos lo que eran los falsos amigos, las frases hechas, etc. Después de eso, vino lo que pensamos que sería lo más difícil de todo: ponerlos a traducir. De modo que redactamos una serie de cartas, una diferente para cada idioma, escritas supuestamente por niños de su misma edad, y construimos unos glosarios-diccionarios para que se sirvieran de ellos.

Dibujo de un niño explorador

No se me olvidará nunca el resultado de la primera sesión que celebramos en la Biblioteca de Tarazona (Zaragoza) cuya noticia, difundida por cierto por la televisión local, hemos recogido en nuestra página web. En ella se puede ver perfectamente el hervidero de los escolares trabajando. Los niños escucharon con atención todos los secretos de la traducción que les contamos y, cuando les preguntamos que si querían convertirse en ese momento en traductores, el «¡Sí!» fue sorprendentemente unánime y lleno de ilusión, como si les hubiéramos propuesto que echáramos un partido de fútbol de chicos y chicas delante de la biblioteca municipal. Se pusieron a traducir con un extraordinario ardor y nos dejaron boquiabiertos por la facilidad que tenían. Cuando se les acabó el tiempo que les habíamos dado, no había forma de que nos entregaran los textos, querían completar sus traducciones a toda costa. Recuerdo como si fuera hoy la comida que tuvimos los miembros del equipo una vez finalizada la actividad. Casi no podíamos hablar, estábamos impresionados de que los niños se hubieran implicado en la actividad con toda su alma.

Después de eso, hicimos la actividad con el Instituto Cervantes, que puso a nuestra disposición su sede de Alcalá de Henares, por la que pasaron prácticamente niños de todos los colegios de la ciudad, y luego con la Dirección General de Traducción de la Comisión Europea, con la Escuela de Traductores de Toledo, con la Comunidad de Madrid y con el Instituto Francés, entre otras instituciones.

Por desgracia en esa época llegó la crisis y la actividad se quedó guardada en un cajón. Hasta el mes de diciembre de 2019, cuando EUNIC España me comunicó que tenía interés en que volviéramos a impartir el taller de La aventura de traducir. Acepté encantada y tuvimos una reunión con algunos de los institutos de lenguas que forman parte de EUNIC, en la que prácticamente lo dejamos todo cerrado para empezar las sesiones en octubre de 2020. Hasta que llegó el COVID-19 y nos dio un vuelco a todos en nuestras vidas. La actividad se quedó en suspenso. A principios de agosto de 2020, me llamó Luis González y me propuso que presentara a la Dirección General de Traducción de la Comisión Europea un proyecto de virtualización de La aventura de traducir para que pudiéramos impartirla a través de internet. Acepté encantada el reto y llamé de inmediato a los componentes del equipo, quienes también aceptaron ilusionados esta nueva «aventura».

Creo que impartir nuestra actividad de forma presencial es algo que no tiene precio, pero dada la situación actual, y sabiendo lo mucho que dominan los niños las herramientas tecnológicas, me parece que La aventura de traducir online tiene también muchas ventajas. Primero, porque podremos llegar fácilmente a todos los lugares de España y del extranjero. Segundo, porque lo virtual ofrece nuevas posibilidades educativas y de interacción con los niños. Y, por último, porque todas las crisis nos obligan a reinventarnos y a unirnos para superarlas. Somos conscientes de que los niños se han visto muy afectados con la pandemia, por lo cual queremos ofrecerles algo nuevo que estamos seguros de que les implicará, les ilusionará y les hará sonreír.

Mercedes Corral Corral.
Fdo. Mercedes Corral Corral

 

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